Desarrollo Prenatal
El claro entendimiento del desarrollo fetal hace que sea imposible argumentar que el aborto es la simple remoción de de tejido con células indiferenciadas o que el embrión es simplemente una parte del cuerpo de una mujer.
Para muchas personas, el hecho de que el comienzo de la vida se inicia con la fertilización es suficiente para establecer firmemente la injusticia del aborto. Otros no están fácilmente convencidos. Podrían argumentar de que a pesar de que los embriones y fetos son seres humanos, no están lo suficientemente desarrollados para ser moralmente significantes.
Si somos honestos, debemos aceptar que existe un tiempo luego de la fertilización durante el cual el ser humano no se “ve” muy humano, o que al menos no se le ve en la forma como esperamos ver a un ser humano. En verdad, un blastocito humano se ve exactamente como un ser humano se debería ver, cinco días después de la fertilización. A pesar de ello, puede ser difícil sentir mucho apego emocional a algo que se parece tan poco a un bebé.
Lo que mucha gente no entiende es cuán rápido el desarrollo humano toma las características que son familiares con el ser humano fuera del vientre materno. El ritmo de crecimiento es asombroso. De hecho, durante los primeros días después de la implantación, el embrión dobla su tamaño cada día. Si tal es el crecimiento y si fuera mantenido igual durante todo el embarazo, el bebé sería más grande que el sol al nacer!! En sólo seis semanas, el embrión humano va desde parecerse a un grupo de células a parecerse como un bebé, aunque sólo de 1 centímetro de largo.
Para entender mejor por qué es una falacia argumentar que el aborto es la simple remoción de tejidos celulares, consideremos paso a paso el desarrollo prenatal.
Fertilización / Concepción
Al momento de la fertilización, un nuevo y único ser humano empieza a existir con su propio código genético. Veintitres cromosomas vienen del padre y veintitrés cromosomas de la madre se combinan para resultar en una combinación genéticamente única y totalmente nueva. A pesar de que el corazón, pulmones y el pelo de una mujer comparten el mismo código genético, su hijo no-nacido, desde el momento de la fertilización, tiene un código genético “separado” que es exclusivo y propio de él/ella. Existe suficiente información en este minúsculo zigoto para controlarlo y desarrollarlo por el resto de su vida. Hasta que se implante en la capa interna del útero, cada célula se alimenta de la energía almacenada y del recién elaborado ADN; en este momento del desarrollo el zigoto no recibe ningún sustento de sus padres.
Implantación
El muy conocido científico autor Barry Werth llama a la “implantación” (él lo describe como “la fusión de dos vidas”) el “segundo gran reto del embarazo, luego de la fertilización” (58). Cerca de los ocho días después de la concepción, el huevo fertilizado (llamado blastocito) se implanta en el endometrio (la cobertura interna del útero). Este emite substancias químicas que despiertan el sistema inmune de la mujer dentro del útero para que este pequeño cuerpo “extraño” no sea rechazado por el cuerpo de la mujer. Si este pequeño embrión fuera “parte del cuerpo de la mujer” no habría necesidad de desactivar localmente la inmunidad de la mujer. Unos pocos días después de la implantación, empieza la gastrulación. Gastrulación es el proceso por el que el embrión es transformado desde una simple pelota de células a un organismo de capas múltiples. Al doblarse sobre sí mismo, el cuerpo básico empieza a tomar forma así como las células se diferencian en tipos celulares especializados. Células que se harán músculos, esqueleto e intestino realmente empiezan desde fuera, pero durante la migración dramática pronto encontrarán su hogar permanente en el interior del cuerpo. El biólogo de desarrollo, profesor y autor Lewis Wolpert, dijo “No es el nacimiento, la muerte o el matrimonio el tiempo más importante en tu vida es la gastrulación.”
“El sistema inmunológico humano está programado para distinguir entre las moléculas que son “propias” y las “ajenas” y a destruir a las últimas. El blastocito, que mide menos de una centésima del ancho de una pulgada (un punto casi invisible) se comporta como un parásito que está cavando en el endometrio. Pero el útero, luego de que inicialmente encapsula al embrión y lo rodea de células blancas para destruirlo, repentinamente se torna receptivo, aun aquiescente. Sus vasos sanguíneos se agrandan con nutrientes y sangre dispensadora de oxígeno, y todos sus tejidos acordonan el área para proteger al “invasor.” Luego, mientras el embrión se escurre a través de los diminutos vasos sanguíneos de la madre hacia su destino, rompiéndolos, el tejido hemorrágico uterino responde liberando ciertos almidones que son su primera comida. Una vez que el embrión se ha satisfecho con esta comida empieza a crecer a una velocidad increíble –doblando diariamente su tamaño. Antes de que la expectante madre sepa que está embarazada, la relación básica entre madre e hijo/a ya se ha formado.”
Alexander Tsiaras, From Conception to Birth. New York, NY: Doubleday, 2002. p. 7.
Tres semanas después de fecundación
Para el final de la tercera semana de embarazo, aproximadamente 21 días después de la fertilización y 8 días después de tomar forma, el corazón empieza a latir. En los próximos cuatro días, el corazón se estabiliza en su ritmo regular y empieza a bombear sangre a través de los recién formados vasos sanguíneos del embrión. Continuará haciéndolo durante toda su vida y habrá latido más o menos 54 millones de veces aún antes de que el bebé naciera. Los riñones, a este punto, están preparándose para la producción de orina, las “protuberancias” para los ojos son visibles, y el cerebro empieza a dividirse en las tres principales áreas: anterior, media y posterior. Los brazos y piernas también empiezan a tomar forma. Cerca del día 26, se observan las protuberancias que formarán los brazos. Para el día 28, ya es posible distinguir entre el brazo y el antebrazo. El embrión ahora está protegido y rodeado por el saco amniótico y actualmente ha empezado a producir las células suficientes que formarán los óvulos y espermatozoides necesarios para su propio sistema reproductor futuro.
“Sobre el curso del primer trimestre o los tres primeros meses, el óvulo fecundado empezará a transformarse por sí mismo en un bebé completamente formado. Pero todas las características del cuerpo humano, nervios, órganos, músculos, están trazados ya en las frágiles primeras semanas.”
In the Womb, National Geographic, 2005.
Cuatro semanas después de fecundación
Un mes después de la fertilización, el desarrollo del cerebro se acelera rápidamente. Solamente en un período de dos días (entre el día 31 y el 33), el tamaño del cerebro aumenta en un 25 por ciento. Se estima que durante el curso del desarrollo prenatal se producen en promedio de un millón de neuronas cada minuto (las neuronas son células que conducen los impulsos y que forman el sistema nervioso). La formación de la mano comienza alrededor del día 31. Dos días más tarde, los pies empiezan a tomar forma, la retina de los ojos gana su pigmentación, y la nariz empieza a elevarse.
“(El primer mes de vida) nos trae una maravillosa transformación, el cambio más grande del desarrollo de toda la vida. Los cientos de células se convierten en cientos de miles y juntas llegan a ser decenas de miles de veces más grandes que el pequeño grupito que fueron. La maravilla de todo esto es que estos millones de células se organizan entre ellas para formar el cuerpo humano con el inicio de todos sus componentes exquisitamente especializados, todos en el lugar correcto y algunos de ellos ya practicando sus funciones.”
Geraldine Lux Flanagan, Beginning Life. New York: DK, 1996. p. 37.
Cinco semanas después de fecundación
Los riñones permanentes aparecen durante la quinta semana, y las porciones externa del oído empiezan a diferenciarse. En la quinta semana el tamaño del embrión habrá doblado su tamaño, creciendo aproximadamente de 5 a 10 milímetros en largo.
“A las cinco semanas de edad, (el embrión) ha pasado mucho de la etapa en la que parecía un grupo amorfo de células. Las capas de la piel están todavía pocamente desarrolladas, y el pequeño cuerpo es casi transparente. La cabeza y la cola pueden distinguirse, tanto como el corazón, las vértebras de la columna espinal, y los inicios de una pequeña mano.”
Lennart Nilsson and Lars Hamberger, A Child is Born, 4th edition. New York: Bantum Dell, 2003. p. 98.
Seis semanas después de fecundación
Para la sexta semana, el cerebro emite impulsos cerebrales medibles. Las ondas cerebrales primitivas han sido registradas tan temprano como seis semanas y 2 días. Se pueden observar pequeños movimientos corporales en este tiempo, inicialmente afectan a todo el cuerpo y gradualmente se hacen más específicos. El embrión responde con reflejos a estímulos y es capaz de sentir dolor. El Dr. Lars Hamberger, profesor y jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Gothenburg de Suecia, anota que “aún en este período temprano del embarazo, el embrión es extremadamente vivaz, en constante movimiento, durmiendo por sólo pequeños periodos.” La osificación de los huesos ha comenzado, aparecen los labios, todas las yemas para los 20 dientes ya están en las encías, se ha formado el diafragma, los riñones están produciendo orina y el estómago ya produce jugos gástricos.
“Para las seis semanas, los hemisferios cerebrales están creciendo desproporcionalmente más rápido que las otras secciones del cerebro. El embrión empieza a tener movimientos espontáneos y reflejos. Estos movimientos son necesarios para promover el desarrollo neuromuscular normal. Al tocar el área de su boca causa que el embrión retire su cabeza.”
The Biology of Prenatal Develpment, National Geographic, 2006.
Siete semanas después de fecundación
Luego de las siete semanas se pueden observar definidos movimientos de las piernas; se observan también hipos. Los ovarios son identificables y las cuatro cavidades del corazón se han completado. Los dedos de las manos y de los pies están definidamente separados, las articulaciones de las rodillas están presentes, y el embrión ha desarrollado la habilidad de oler.
“El día 49 ha sido elegido como el último día de registro diario científico del desarrollo de día-a-día. En este día, el embrión tiene siete semanas de edad y se considera que está completo. La tarea creativa de la división celular proliferativa, su diferenciación, migración, establecimiento de nuevas comunidades celulares, y especialización toman un descanso cuando el fundamento de todas las partes del cuerpo están en su lugar.”
Geraldine Lux Flanagan, Beginning Life. New York: DK, 1996. pp. 55, 56.
Ocho semanas después de fecundación
Para el inicio de la octava semana de embarazo, cada órgano está presente y en su lugar. El período embrionario ha terminado. El noventa y cinco por ciento de las estructuras encontradas en un ser humano adulto pueden ser encontradas en este pequeño embrión (ahora llamado feto) que tiene solamente 3.7 centímetros de largo. El cerebro, en este punto, representa cerca de la mitad de su peso corporal, y el 75% de los fetos de 8 semanas demuestra una dominancia de mano-derecha. A pesar de que no hay aire en el útero, ocurren mociones intermitentes de respiración, y los testículos de los varones ya liberan testosterona. A medida que la piel se hace más gruesa, pierde mucha de su transparencia.
“Midiendo solo 3.1 centímetros desde la corona hasta las nalgas y pesando la treintava parte de una onza, el embrión (56 días de edad) está completo y totalmente formado. Todos los sistemas corporales están en su lugar y elaborados. Arquitectónicamente, el organismo es más o menos íntegro… Aunque la energía de salida es cerca de la quinta parte de la de un adulto, el corazón está funcionalmente completo… Se ha hecho un gran viaje.”
Alexander Tsiaras, From Conception to Birth. New York, NY: Doubleday, 2002. p. 183.
Nueve semanas después de fecundación
Cierra los párpados a este tiempo, y el feto es capaz de chuparse el pulgar, tragándose líquido amniótico, agarrando lo que está a su alcance, responde al tacto e inclusive se da trampolines hacia delante o atrás. El útero es reconocible en las mujeres y los genitales externos son más reconocibles.
“El bebé es más activo y vivaz (durante el tercer mes de embarazo). En la libertad del líquido amniótico esta pequeña criatura se mueve graciosamente con facilidad y progresivamente vencería a cualquier recién nacido en una competencia acrobática.”
Geraldine Lux Flanagan, Beginning Life. New York: DK, 1996. p. 59.
Diez semanas después de fecundación
El rápido crecimiento entre las semanas 9 y 10 incrementa el peso en un 75 por ciento. En este tiempo aparecen las uñas de los pies y de las manos y sus únicas y exclusivas huellas digitales.
“La madre proveer de abrigo y lo básico: alimento, agua y oxígeno, pero la verdadera estrella del show es el feto mismo, construyendo, dividiendo y creciendo de acuerdo a un complicado juego de planos creados al momento de la concepción.”
In the Womb, National Geographic, 2005.
Dieciséis semanas después de fecundación
Aunque el feto ya ha estado en continuo movimiento, para las semanas 16-20 desde la fertilización, el cuerpo es lo suficientemente largo como para que la madre empiece a sentir sus patadas. Los párpados cubren completamente los ojos, y todo su cuerpo empieza a cubrirse con un pelo muy fino.
“El pequeño feto se mueve más y más cada día, y los movimientos entrecortados del cuerpo durante la edad embriogénica son reemplazados por movimientos más lentos y aparentemente más orientados a metas. Las manos encuentran más fácilmente la boca, el escaneo por ultrasonido muestra los brazos y las piernas extendidas y flexionadas. También aparecen los movimientos ocasionales de la respiración, se le puede ver bostezando o con hipos de rato en rato y casi nunca está quieto acostado perfectamente por un tiempo determinado.”
Lennart Nilsson and Lars Hamberger, A Child is Born, 4th edition. New York: Bantum Dell, 2003. p. 122.
Veinte y dos semanas después de fecundación
Donde existen servicios médicos modernos, veintidós semanas después de la fertilización (24 semanas de edad gestacional) es considerado el comienzo de viabilidad fuera del vientre materno. En esta semana de embarazo (un poco más de la mitad del tiempo completo) las posibilidades de sobrevivencia a largo plazo todavía son relativamente muy pequeñas, pero con los avances médicos continúa la posibilidad de sobrevida y disminuye de la edad de viabilidad.
Nacimiento
El feto inicia el trabajo de parto por estimulación de la suprarrenal para secretar una hormona que induce el útero de la madre a empezar las contracciones. El feto es quien determina cuando es el tiempo del nacimiento.
“En algún momento se creía que el desarrollo mental de un bebé empezaba al nacimiento, ahora parece que el nacimiento podría ser un evento insignificante en términos del desarrollo.”
In the Womb, National Geographic, 2005.
Posible Objeción: Hay una diferencia entre un ser vivo y ser una persona. El aborto podría matar a un ser humano viviente, pero no mata a una persona. Hay mucho más en un ser humano que la simple biología.