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Diferencias inconsecuentes

Los seres humanos dentro del vientre materno son más pequeños, menos desarrollados, y más dependientes que los seres humanos fuera del vientre materno.  Estas son diferencias de grado, no diferencias de tipo.  Todos podemos señalar a personas que son más grandes, más fuertes, más inteligentes, o menos dependientes de lo que nosotros somos, pero eso no hace que nuestras vidas sean menos valiosas, o que merezcan menos protección.

La vida de los niños recién nacidos está protegida por la ley. La vida de los embriones y fetos en el Ecuador, hasta el momento, también lo está.  Si preguntamos a uno de los defensores del aborto por qué luchan por la legalización del aborto para que sea aceptable matar a un ser humano antes del nacimiento y no hacerlo después del nacimiento, ellos justificarán que existen algunas diferencias entre los seres humanos dentro del vientre materno y los que están fuera de él.  El autor Stephen Schuarz, en su libro “La pregunta moral sobre el aborto”, anota que hay cuatro formas básicas por las que el embrión o feto se diferencian del recién nacido. Estas son: Tamaño, Nivel de desarrollo, Medio ambiente, y Grado de dependencia.  Si revisamos cada una de estas diferencias en contexto, veremos que ninguno de éstos es suficiente para justificar el aborto, porque cada uno de ellos son igualmente aplicables a muchas personas fuera del vientre materno.

Tamaño: La primera diferencia es tamaño.  Embriones son más pequeños que los fetos, que también son pequeños comparados con el recién nacido. Pero, ¿qué tiene que ver el tamaño con el derecho de ser una persona?  Las personas pequeñas no son menos personas que las que son más grandes.  Los embriones y fetos son más pequeños que los recién nacidos, en la misma forma como los recién nacidos son más pequeños que los infantes, y los infantes más pequeños que los niños pre-escolares, y los pre-escolares a los adolescentes, y los adolescentes a los jóvenes, y los jóvenes a los adultos. El tamaño no importa.  No es ilegal matar a una mosca pero sí matar a una persona, no porque la persona sea más grande, pero porque es un ser humano.  Los árboles son generalmente más grandes que las personas, pero mientras es legal cortar ramas de un árbol, es ilegal cortar brazos o partes a una persona. ¿Por qué? Debido a que su humanidad, no su tamaño, determina los derechos de ser humano.  Esto podría ser risiblemente obvio pero hay personas en el mundo que tratan de justificar el aborto argumentando que el tamaño minúsculo del embrión o del feto los hace éticamente insignificantes. Si el tamaño no determina su humanidad después del nacimiento, no debería ser usado este argumento para determinar la humanidad del embrión o feto antes del nacimiento.

Nivel de desarrollo: Es completamente verdad que embriones y fetos son menos desarrollados que un recién nacido (excepto, por supuesto, que el recién nacido naciera prematuramente). Pero esta es, también, una diferencia que no tiene significancia moral.  Es una diferencia de grado, no de tipo.  El desarrollo físico o intelectual no tiene nada que ver en la determinación de la humanidad fuera del vientre materno. Es igualmente insignificante (sin sentido) determinar la humanidad dentro del vientre materno.  Los niños son generalmente menos desarrollados que los adultos.  Personas con discapacidades de desarrollo pueden ser menos desarrolladas que algunos niños, y aquellos con extraordinarias capacidades mentales no son más humanos que aquellos que tienen un menor coeficiente de inteligencia.  Es la humanidad, no la capacidad cerebral o fortaleza de sus brazos la que determina el ser persona.

Medio ambiente: La tercera diferencia entre el embrión o feto y un recién nacido es su lugar de residencia. Embriones y fetos viven dentro del vientre materno, y los recién nacidos fuera del vientre materno. Igual que las distinciones que hemos revisado, esta también es una diferencia inconsecuente. El lugar donde alguien vive no tiene nada que ver con la esencia de quién es ese alguien. El moverse del dormitorio al comedor, de dentro de la casa a fuera de ella, o de un vehículo al aula escolar no afecta en ninguna forma mi calidad de ser humano que soy.  El ser personas está enraizado en su naturaleza para la especie humana y no por el lugar en donde reside. Por toda la duración del embarazo, la pequeña criatura no-nacido es un ser humano por sí mismo. Es dependiente de su madre para algunas funciones de apoyo vital pero no es ciertamente parte del cuerpo de la madre.  Cualquier intento de descalificar a los bebés no-nacidos de mantener su derecho de ‘ser humano’ debido a que vive dentro del vientre materno en lugar de una habitación es deshonesto e injusto. El lugar de residencia no afecta la humanidad de quienes viven fuera del vientre materno, y tampoco debe afectar a quienes viven dentro de él.

Grado de dependencia: El grado de dependencia es el que más usan quienes defienden el aborto para justificarlo.  “Debido a que el feto no puede vivir por sí mismo”, argumentan, “no tienen el derecho intrínseco de vivir”.  ¿Cuál es el problema con este argumento? En el sentido más amplio, podría ser aplicado a todos nosotros. No existe una sola persona viva quien es radicalmente independiente del universo en el que vivimos. Todos necesitamos agua, alimento, descanso y oxígeno. Todos somos vulnerables a un millón de diferentes problemas que afectan nuestro cuerpo.  Aquellos que dependen de medicamentos, de diálisis renal, de marcapasos, de inyecciones de insulina, … para sobrevivir ¿merecen menos derechos humanos básicos que otros?  Algunos podemos ser menos dependientes que otros, pero si esa dependencia nos despojaría los derechos que tenemos bajo la ley como personas, entonces estaríamos en problemas.  Embriones y fetos quienes dependen obligatoriamente de un cordón umbilical en el vientre materno son tan humanos como aquellos que obligatoriamente dependen de un tubo de alimentación fuera del vientre materno.

Quizás el absurdo más grande acerca de este ataque sobre la dependencia es el hecho de que la dependencia debe merecer más protección legal, ¡no menos!  Después de todo, mientras más pequeño y más dependiente es un niño, mayor cuidado y compasión tenemos por él. La Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de Delitos de los Estados Unidos expresa que, “Homicidios son siempre trágicos, pero nuestra compasión es remarcada cuando la víctima es un niño o un adolescente.  Así, la muerte de jóvenes levanta razonablemente más preocupación pública” El país está más enojado por la violencia contra los jóvenes y los niños que contra la violencia hacia los adultos.  La razón es simple. Los niños son más indefensos, y menos capaces de defenderse por ellos mismos. Mientras menos edad tiene el niño esto es más verdadero. ¿Cómo es que hemos llegado al punto de usar la dependencia en contra de los niños en lugar de usarla a favor?  ¡¡Esta es una tragedia de proporciones ilimitadas!!

Una persona, definida por el diccionario, es nada más ni nada menos que un ser humano vivo.  Quien quiera que desee limitar esta definición general de persona lo hace con la intención  de eliminar a cierto grupo de gente que esté obstaculizando su camino o porque tiene algo de ellos. Crear definiciones auto-definidas de persona, que son elaboradas para eliminar a ciertos individuos de la protección legal, ha sido el método de elección para implementar todo tipo de atrocidades de destrucción masiva (genocidios). Las diferencias que existen entre seres humanos antes del nacimiento y los seres humanos después del nacimiento son diferencias irrelevantes.